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Lo único que me aterra es convertirme en alguien normal

lunes, 16 de julio de 2012


Los amores de verano se acaban por toda clase de razones. Pero al fin de cuentas tienen una cosa en común: Son estrellas fugaces, un instante grandioso de la luz de los cielos, una visión momentánea de la eternidad, y en un abrir y cerrar de ojos se van.


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