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Lo único que me aterra es convertirme en alguien normal

domingo, 8 de mayo de 2016

soy de las pelotuditas que sufren

realmente sucede, no se suele entender la razón, pero en fin, sucede. 
y así, es como resulto estar rota. 
no se coincide, si te puede, vos no le podes (o al menos así pasa con mi forma tan yeta de ser). 
todo aquello que te pasa con ella, en muchos momentos me pasa, con vos. 
me tengo que alejar, me tengo que concentrar en dejarme ir en libertad y sin heridas, en no querer saber de vos, en todo aquello que tiene que ver con vos, o con tu hermosa forma de ser, y todo lo bello que concreta y envuelve tu esencia, en aquellos lindos abrazos que me acomodan el alma. 
soy de las pelotuditas que ya no hay, esas que sufren y que quieren, que quieren y mucho. Soy de las pelotuditas que le gusta hacer regalos, esos que vienen de corazón, de las pelotuditas que se preocupan mucho más por los que le rodean que por si misma.
Soy de las pelotuditas que por no perder amistades y por guiarse de malas experiencias, prefiere quedarse con las ganas dentro de los bolsillos antes que volver a arriesgarse para terminar triste, llorando y/o consumida.
Y por esa simple razón te prefiero haciéndome reír, aunque mil y un veces esté muriendo por que lleguemos a la cama y nos pongamos a hablar en otro idioma, ya que soy consciente que lo mio hasta puede llegar a ser sentimental, al lado de lo tuyo tan 'divertidamente' carnal. 

Pido perdón por mi ignorante acto de no comprender tus actos, tus historias e histerias, te 'perdono' por ignorar mis honorables actos pasionales, lamentablemente quizás, no estamos en la misma sintonia, y por ello me podría pasar horas escribiendo sobre todo el vaivén de este mes, sobre lo mucho que me hiciste reír cuando más lo necesite y nadie estuvo conmigo, sobre lo bueno que me hace tener ciertas charlas con vos, porque hay mucho de vos que me gusta así tal cual es, por más caprichoso que yo crea que sos, además de algunas muchas cosas que me contas y por alguna que otra razón, suelen doler en eso que tenemos en el pecho, aquello que llamamos corazón. 
Hoy me di cuenta que no soy la indicada para recibir cierta información, y lloro, sí, siempre lloro porque rota muchas veces, ahora sola y espero que muerta ni mañana ni pasado, pero en este fin brindo por todo lo bello que no pasó, por todo lo lindo que se vivió y vuelvo a mi cucha rengueando estas ganas borrachas de volverte a ver, siempre. 



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